No me canso de admirar el trabajo bien engarzado de la naturaleza,
por eso cuando en el taller de abalorios termino algo, no puedo evitar el hacer comparaciones, por otro lado imposibles, porque lo que quiero comparar es incomparable, pero si valorar el trabajo en la justa medida,
esta sencilla pulsera es la última que hice,
anteriormente hice la gargantilla que se ve en la foto para hacer juego con la pulsera, pendientes y anillo.
Engarces bien engarzados,
imposibles de engarzar,
pero si mirar
con ojos admirados.
Abrazos.